El Pilar Metodológico

Teniendo en cuenta las prácticas pedagógicas más evolucionadas, la enseñanza de idiomas que planteamos tiene como objetivo fundamental desarrollar al máximo la competencia comunicativa de los/as alumnos/as en una segunda, tercera o cuarta lengua. El enfoque pluricultural que adoptamos considera la dimensión del alumno como agente social (referencia del MCER, Marco común europeo de referencia para las lenguas).

Nuestra meta es que los/as alumnos/as sean hablantes competentes en otra lengua, que se comuniquen y desenvuelvan con eficacia en otro idioma, y si les interesa, que lo avalen con un título de prestigio. Este logro requiere un proceso gradual que recorre las diferentes etapas de su educación formal y que es de esperar continuará a lo largo de la vida (lifelong learning). Lynx se compromete con este proceso educativo, facilitando las condiciones y recursos que ayuden a los/las alumnos/as a lograr sus objetivos más inmediatos y a desarrollar su autonomía y motivación para seguir aprendiendo.

En el tipo de clase que proponemos desde Lynx Idiomas, el primer reto es fomentar y sostener el deseo de una auténtica comunicación. Los/as alumnos/as aprenden la lengua usándola, la comprenden y hacen uso de la misma, sin centrarse, necesariamente, en los conocimientos lingüísticos explícitos. De acuerdo con nuestra visión comunicativa y orientada a la acción en el aprendizaje de las lenguas, consideramos que una lengua no se aprende y después se usa, sino que desde el principio se aprende cuando se emplea en contextos reales o simulados de comunicación auténtica, y no como compendio de reglas abstractas.

La aplicación de nuestros programas y sus resultados suponen un avance hacia una comunicación real y satisfactoria. Los/as alumnos/as se sensibilizan con la necesidad de expresarse adecuadamente de acuerdo con cada situación y el descubrimiento del valor práctico de la lengua en contextos de su interés personal desarrolla su motivación por aprender.

De acuerdo con esta visión, los/as alumnos/as aprenden la lengua en clase a través de la cooperación e interacción entre todos los miembros del grupo, alumnos y profesor. La forma de comunicación habitual en clase es la lengua que se está aprendiendo, sin excluir la integración pedagógica oportuna de las capacidades lingüísticas de los alumnos en la propia lengua o en otras lenguas como andamiaje comunicativo y estrategia de aprendizaje.

Seguimos un enfoque metodológico centrado en el alumno como sujeto agente del proceso de aprendizaje y orientado a la acción. En el aula, los/alumnos/as llevan a cabo tareas diseñadas para propiciar el desarrollo de sus capacidades para aprender, de sus competencias generales y comunicativas. A través de la práctica de actividades significativas que acogen y expresan las vivencias e intereses reales de los/las alumnos/as (de acuerdo con la edad, circunstancias, etc.), en un contexto que estimula la comunicación, fomentamos un aprendizaje que reconoce las aportaciones personales del alumno y su implicación afectiva en el proceso de aprendizaje.